viernes, 5 de abril de 2019

Tipos de ecosistemas que existen en México

Esta institución gubernamental ofrece un documentado panorama de los bosques y selvas existentes en México. Se trata de una pequeña pero bien documentada muestra de la enorme riqueza que el país posee en tales rubros, así como la invaluable biodiversidad que contienen. Es, además, un llamado de atención sobre la necesidad de conservar y utilizar racionalmente dichos ecosistemas, tomando en cuenta a las actuales y a las futuras generaciones.


De acuerdo al Cecadesu, en México contamos con los siguientes tipos de ecosistemas: 1. selva alta perennifolia o bosque tropical perennifolio; 2. selva mediana o bosque tropical subcaducifolio; 3. selva baja o bosque tropical caducifolio; 4. el bosque espinoso; 5. el matorral xerófilo; 6. el pastizal; 7. la sabana; 8. la pradera de alta montaña; 9. el bosque de encino; 10. el bosque de coníferas; 11. el bosque mesófilo de montaña o bosque de niebla; 11. los humedales. De cada uno de ellos ofrece un breve pero revelador panorama, como el lector puede comprobar a continuación.

Selva alta perennifolia o bosque tropical perennifolio

Es la más exuberante gracias a su clima de tipo cálido húmedo. Su temporada sin lluvias es muy corta o casi inexistente. Su temperatura varía entre 20 °C a 26 °C.

En nuestro país, su distribución comprendía desde la región de la Huasteca, en el sureste de San Luis Potosí, norte de Hidalgo y de Veracruz, hasta Campeche y Quintana Roo, abarcando porciones de Oaxaca, de Chiapas y de Tabasco. En la actualidad, gran parte de su distribución original se ha perdido por actividades agrícolas y ganaderas.

Su composición florística es muy variada y rica en especies. Predominan árboles de más de 25 m de altura como el “chicle”, “platanillo”, así como numerosas especies de orquídeas y helechos de diferentes formas y tamaños. También se pueden encontrar una buena representación de epífitas y lianas.



Selva mediana o bosque tropical subcaducifolio

En general se trata de bosques densos que miden entre 15 a 40 m de altura, y más o menos cerrados por la manera en que las copas de sus árboles se unen en el dosel. Cuando menos la mitad de sus árboles pierden las hojas en la temporada de sequía. Sus temperaturas son de 0 °C a 28 °C. Entre sus formas arbóreas se pueden encontrar ejemplares de “parota” o “guanacaste”, “cedro rojo” así como varias especies de Ficus junto con distintas especies de lianas y epífitas.

Su distribución geográfica se presenta de manera discontinua desde el centro de Sinaloa hasta la zona costera de Chiapas, por la vertiente del Pacífico y forma una franja angosta que abarca parte de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, existiendo también algunos manchones aislados en Veracruz y Tamaulipas. Gran parte de área ocupada por la vegetación original, es usada ahora para agricultura nómada, de riego y temporal, así como para cultivos principalmente de maíz, plátano, frijol, caña de azúcar y café. También algunas especies de árboles son usadas con fines maderables.


Selva baja o bosque tropical caducifolio

Característica de regiones de clima cálido, con una temperatura media anual de 20 a 29 °C, que presenta en relación a su grado de humedad, una estación de secas y otra de lluvias muy marcadas a lo largo de año. En condiciones poco alteradas sus árboles son de hasta 15 m de alto, más frecuentemente entre 8 a 12 m. Entre las especies más frecuentes de este tipo de vegetación se encuentran “cuajiote” o “copal”, Ceiba aesculifolia “pochote” y los cactus de formas columnares.

Cubre grandes extensiones casi continuas desde el sur de Sonora y el suroeste de Chihuahua hasta Chiapas, así como parte de Baja California Sur. En la vertiente del Golfo se presentan tres franjas aisladas mayores: una en Tamaulipas, San Luis Potosí y norte de Veracruz, otra en el centro de Veracruz y una más en Yucatán y Campeche.

Actualmente es un ecosistema que se encuentra seriamente amenazado, con una tasa de destrucción de alrededor del 2 por ciento anual.

El bosque espinoso

En su mayoría está compuesto de “árboles espinosos” como el mezquite, “quisache”, “tintal”, “palo blanco”, o el cactus y “cardón”.

Ocupa aproximadamente el 5 por ciento de la superficie total de la República Mexicana. Es difícil delimitarlo porque se encuentra en manchones entre diversos tipos de vegetación como el bosque tropical caducifolio, y el matorral xerófilo o pastizal.

La temperatura varía de 17 a 29 °C con una temporada de sequía de 5 a 9 meses.

Su destrucción se ha acelerado debido, entre otras causas, a que su suelo es propicio para la agricultura, por lo que ha sido sustituido en gran parte por cultivos diversos, o en algunas áreas, como la parte de La Huasteca en Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz, ha sido reemplazado por pastizales artificiales para el ganado.

El matorral xerófilo

Comprende las comunidades arbustivas de las zonas áridas y semiáridas de la República Mexicana.

Con clima seco estepario, desértico y templado con lluvias escasas. Su temperatura media anual varía de 12 a 26 °C.

Su flora se caracteriza porque presenta un número variable de adaptaciones a la aridez, por lo que hay numerosas especies de plantas que sólo se hacen evidentes cuando el suelo tiene suficiente humedad.

Entre las especies más frecuentes en sus matorrales están: mezquital, sahuaro o cardón, chollas, copal, matacora, ocotillo, y diversos tipos de matorral: matorral de neblina, el matorral desértico micrófilo, el matorral desértico rosetófilo, el matorral espinoso tamaulipeco, matorral submontano y chaparral. el chaparral está constituido por especies arbustivas y arbóreas que difícilmente sobrepasan 12 m de altura, como manzanita y rosa de Castilla.

En conjunto, los matorrales xerófilos, dadas las condiciones climáticas en que se desarrollan, no son muy propicias para las agricultura ni la ganadería intensiva, por lo que no han sido tan perturbados por las actividades antropogénicas, aunque si por la extracción de ejemplares, principalmente de cactus.

El pastizal

Este tipo de vegetación se encuentra dominada por las gramíneas o pastos. Los arbustos y árboles son escasos, están dispersos y sólo se concentran en las márgenes de ríos y arroyos.
La precipitación media anual es entre 300 a 600 mm, con seis a nueve meses secos, con un clima seco estepario o desértico. En general, el aprovechamiento de los pastizales naturales en nuestro país no es óptimo aunado al sobrepastoreo que se realiza en ellos.

La sabana

Su clima es tropical con lluvias en verano, los suelos se inundan durante la época de lluvias y se endurecen y agrietan durante la de secas.

En este tipo de vegetación predominan las gramíneas también existen plátanos y curcubitáceas, como el chayote, chilacayote y calabazas. Es común a lo largo de la costa del Pacífico, en el istmo de Tehuantepec y a lo largo de la llanura costera del golfo de México en Veracruz y Tabasco. Aunque la principal actividad en esta zona es ganadera, también se han desmontado grandes extensiones para cultivos de caña de azúcar.


La pradera de alta montaña

Está conformada por especies de pastos de pocos centímetros de altura como Festuca amplissima, Muhlenbergia macroura, Stipa ichu y Eryngium. Se restringe en las montañas y volcanes más altos de la República mexicana, a más de los 3 mil 500 msnm, por arriba del límite de distribución de árboles y cerca de las nieves perpetuas.

Es frecuente en el norte de la altiplanicie mexicana, así como en los llanos de Apan y San Juan, en los estados de Hidalgo y Puebla. Aunque se desarrollan actividades de ganadería, la principal actividad que se realiza en este tipo de vegetación es turística.

El bosque de encino

Conformado por especies del género Quercus o robles, presenta árboles de seis a ocho o hasta de 30 metros. Se distribuye casi por todo el país y sus diversas latitudes, por lo que el clima varía de calientes o templados húmedos a secos. La precipitación media anual varía de 350 mm a más de 2 mil mm, la temperatura media anual de 10 a 26 °C.

Está muy relacionado con bosques de pinos, por lo que las comunidades de pino-encino son las que tiene la mayor distribución en los sistemas montañosos del país y son, a su vez, las más explotadas en la industria forestal de México.

El bosque de coníferas

Se encuentra generalmente en regiones templadas y semifrías, y montañosas, presentando una amplia variedad de diversidad florística y ecológica. Dentro de este tipo de vegetación, el bosque de pinos es el de mayor importancia, le sigue en importancia el bosque de oyamel. Se distribuyen en diversas sierras del país, principalmente en el Eje Neovolcánico, en zonas de clima semifrío y húmedo.

Los bosques de pino y de abeto están siempre verdes. El bosque de coníferas junto con el de encino representan uno de los recursos forestales económicos más importantes de nuestro país. Sus principales especies son Pinus y Abies.

Cerca del 80  por ciento del volumen total anual de madera producida proviene de los pinos de la Sierra Madre Occidental; principalmente de los estados de Chihuahua y Durango y del Eje Neovolcánico Transversal, del estado de Michoacán. En los últimos años se ha intensificado su explotación debido al aumento en la demanda de diversas materias primas. Los programas de reforestación no han tenido el impacto esperado dando como resultado un aumento de áreas deforestadas.

El bosque mesófilo de montaña o bosque de niebla

Se desarrolla generalmente en sitios con clima templado y húmedo, sus temperaturas son muy bajas, llegando incluso a los 0 °C. Su época de lluvias dura de 8 a 12 meses.

Se distribuye de manera discontinua por la Sierra Madre Oriental, desde el suroeste de Tamaulipas hasta el norte de Oaxaca y Chiapas y por el lado del Pacífico desde el norte de Sinaloa hasta Chiapas, encontrándose también en pequeños manchones en el Valle de México.

Ejemplos de las principales especies que lo forman son el Liquidambar styraciflua, el Quercus, Tilia, Podocarpus reichei y Nephelea mexicana.

Este ecosistema es sumamente frágil y está muy afectado por las diversas actividades humanas, como la agricultura de temporal, la ganadería y la explotación forestal, al grado de que actualmente su distribución en México apenas abarca una décima parte del uno por ciento de la que tenía en los años 70.

Los humedales

Son zonas donde el agua es el principal factor controlador del medio y la vida vegetal y animal asociada a él. Los humedales se dan donde la capa freática se halla en la superficie terrestre o cerca de ella o donde la tierra está cubierta por aguas poco profundas.

Existen cinco tipos de humedales principales:
  • marinos (humedales costeros, inclusive lagunas costeras, costas rocosas y arrecifes de coral)
  • estuarinos (incluidos deltas, marismas de marea y manglares)

  • lacustres (humedales asociados con lagos
  • ribereños (humedales adyacentes a ríos y arroyos)

  • palustres (es decir, “pantanosos”: marismas, pantanos y ciénagas)


Hay también humedales artificiales, como estanques de cría de peces y camarones, estanques de granjas, tierras agrícolas de regadío, depresiones inundadas salinas, embalses, estanques de grava, piletas de aguas residuales y canales.





¿Que es un ecosistema?




El ecosistema es el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre ellas y con su ambiente abiótico; mediante procesos como la depredación, el parasitismo, la competencia y la simbiosis, y con su ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo de energía y de nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos, plantas y animales dependen unas de otras. Las relaciones entre las especies y su medio, resultan en el flujo de materia y energía del ecosistema.

El significado del concepto de ecosistema ha evolucionado desde su origen. El término acuñado en los años 1930s, se adscribe a los botánicos ingleses Roy Clapham (1904-1990) y Sir Arthur Tansley (1871-1955). En un principio se aplicó a unidades de diversas escalas espaciales, desde un pedazo de tronco degradado, un charco, una región o la biosfera entera del planeta, siempre y cuando en ellas pudieran existir organismos, ambiente físico e interacciones.  

Más recientemente, se le ha dado un énfasis geográfico y se ha hecho análogo a las formaciones o tipos de vegetación; por ejemplo, matorral, bosque de pinos, pastizal, etc. Esta simplificación ignora el hecho de que los límites de algunos tipos de vegetación son discretos, mientras que los límites de los ecosistemas no lo son. A las zonas de transición entre ecosistemas se les conoce como “ecotonos”.

Diversidades alfa, beta y gama

Robert Whittaker (1920-1980), ecólogo estadounidense investigador de la sucesión y de gradientes de vegetación, propuso tres medidas de diversidad de los ecosistemas: α, β, y γ. Alfa ( α ) es la diversidad dentro de un ecosistema que generalmente se describe como el número de especies. La diversidad beta (β) incluye la comparación de diferentes ecosistemas en gradientes ambientales, por ejemplo, en una zona montañosa, en una zona costera. La diversidad beta nos indica que tan grande es el cambio de las especies de un ecosistema a otro. La diversidad gamma (γ) se refiere a la diversidad total de una región, es decir a la diversidad geográfica. En ella se suman las diversidades alfa de varios ecosistemas.

Los 6 tipos de ecosistemas: los diferentes hábitats que encontramos en la Tierra

La naturaleza se caracteriza por encontrar siempre una manera de adaptarse a las circunstancias. Sin embargo, no lo hace de manera homogénea, ni a través de un solo elemento. En la superficie de nuestro planeta, por ejemplo, las principales unidades que muestran variaciones en el paisaje y las formas de vida que lo habitan se llaman ecosistemas. 
Los ecosistemas son mucho más que simples “estilos” con los que la superficie terrestre se ornamenta. De hecho, no solo propician la aparición de uno u otro tipo de especie de animal, vegetal o microorganismo, sino que además hay teóricos que señalan que han influido radicalmente en el desarrollo de las diferentes culturas y civilizaciones humanas: el modo en el que desarrollaron hábitos y formas de pensar, y también la manera con la que ganaron o perdieron poder.

Tipos de ecosistemas

A continuación veremos los principales tipos de ecosistemas, con sus variaciones climáticas, biológicas y orográficas.

1. Ecosistema marino
Se trata del mayor tipo de ecosistema, ya que cubre la mayor parte de la superficie terrestre: el 70%, aproximadamente. A pesar de que grandes extensiones de los diferentes océanos tienen poca concentración de vertebrados, el agua rica en minerales que contiene bulle de vida por prácticamente todos lados.

Destacan los pastos marinos de algas, los arrecifes de coral y las fumarolas de las grandes profundidades marinas.

2. Ecosistemas de agua dulce
Los lagos y los ríos también se basan en el agua, pero son ecosistemas muy distintos a los de los mares y océanos. A su vez, hay diferentes subtipos de ecosistemas de agua dulce: los sistemas lénticos, los lóticos y los humedales. Los primeros están compuestos por lagos y estanques, y en ellos el agua se mueve muy lentamente. Los segundos, en cambio, están formados por ríos, en los que el agua se desliza con rapidez a causa de la gravedad y el relieve del paisaje. En los humedales, los elementos del ecosistema están saturados de agua.

En esta clase de ecosistema predominan tipos de vertebrados de tamaño medio o pequeño, dado que no hay mucho espacio en el que desarrollarse. Algunos de los animales más grandes que podemos encontrar son peces de la talla del siluro o del esturión, ciertos tiburones que remontan ríos (como el tiburón toro), rayas y una especie de foca que habita en los lagos de Finlandia.

3. Ecosistema desértico
Los desiertos se caracterizan por la bajísima frecuencia con la que hay precipitaciones. Ni la fauna ni la flora es muy variada, ya que pocas formas de vida grandes pueden subsistir en condiciones tan duras, y por eso alteraciones en una especie produce efectos en cadena muy severos. Los cactus y ciertos arbustos de hoja fina son plantas típicas de los desiertos, mientras que los reptiles, algunas aves y mamíferos de talla mediana o pequeña también pueden llegar a adaptarse bien al clima.

4. Ecosistema montañoso
Los relieves muy pronunciados forman montañas y altiplanos cuya verticalidad forma otra clase de ecosistema a causa de las condiciones climáticas y atmosféricas características de estas áreas. En estas zonas la vida animal suele ser muy notoria en zonas bajas y medias, aunque no en los picos escarpados.

Animales como los rebecos, los íbices y ciertos tipos de lobo, así como las aves rapaces como los buitres y las águilas, suelen ser frecuentes en este hábitat. Por otro lado, en zonas nevadas la biodiversidad se reduce, y las formas de vida deben procurar camuflarse.

5. Ecosistema forestal
Este tipo de ecosistema se caracteriza por la densidad de árboles o de flora en general. Puede dividirse en selva, bosque seco, bosque templado y taiga. En los casos en los que hay muchos árboles juntos, la diversidad de especies animales suele ser muy alta.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la altura juega un papel importante en la presencia de flora. En muchos lugares. Por encima de los 2500 metros sobre el nivel del mar no crecen árboles. Los bosques son extensiones arboladas en las que prima la presencia de unas pocas especies de árbol.

6. Ecosistema artificial
El ecosistema artificial es aquél en el que la acción del ser humano ha creado espacios radicalmente distintos a los que existían hasta hace unos pocos milenios.


La presencia de edificios, rascacielos y grandes extensiones cubiertas por luces, cemento y pavimento hace que algunas especies se adapten a estos entornos y otras no. Algunos ejemplos claros de estos animales pioneros son las palomas y las cotorras argentinas de muchas grandes ciudades del mundo, así como los gatos. Estos animales se benefician de la abundancia de comida y de la relativa ausencia de depredadores que se deriva de la presencia de humanos en las proximidades.